Maraña

Las flores de alambre que no regale, me volví de hielo, pero aún así quería ser de piedra, los sentimientos acunados en entrañas y vaya que tenía sentimientos, las expresiones poco claras, los lápices marchitos, los colores azules, gritar, llorar y sonreír. Creo que las emociones se están escapando por lo oídos y no por donde deberían salir, la lengua trabada por culpa del agua hirviendo del chocolate amargo, y la soledad. Cicatrices de caídas torpes sobre la vereda por no mover el pie derecho, y pensar que el resto ríe, sonríe al mirar al nubes y no al caminar de noche con las manos en los bolsillos. El más puro amor sangre de mi sangre, la sangre no habitaba en las heridas. El secreto del universo, y no pensar que hay que pensar me llenaban de unas ganas de abrazar mi maña