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Hoy era un día como cualquier otro, todo era lo mismo, hasta que vi algo que jamas pensé que llegaría a ver. Eran como las 21:30 y cuando me subí a un vagón del metro a mi alrededor habían muchas personas y pestañee solo una milésima de segundo y por mi mirada se cruzo un niño, debía haber tenido no mas de 5 O 6 años, mire su carita y tenia una mirada triste, no perdida, si no una mirada que decía mas que mil palabras.
Paso estación tras estación y yo solo pensaba en ayudarlo, tal ves con solo preguntar si algo le ocurría. Por primera vez sentí un deseo inmenso por extender mis brazos y cobijarlo para ver si lo podía ayudar, sentí ganas de abrazarlo bien fuerte para que no estuviera solo.
llegue a la ultima estación y no le quiete la mirada de enzima, se que lo noto y se tapo con sus pequeñas manos para que no lo viera sufrir. Al bajarme lo mire por ultima vez y ahí estaba, sentado en un rincón con la mirada mas triste que alguien puede llegar a tener. Al subir las escaleras no dejaba de pensar en lo cobarde que fui, por no atreverme a simplemente preguntar si se encontraba bien

aveces deberíamos atrevernos a decir lo que sentimos ...
aveces unas palabras pueden cambiar tu vida
hoy me sentí cobarde y recordé algunos trozos de mi vida
y comprobé que vivo arrojando todo a lo obvio i olvido lo que realmente vale la pena :/

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